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Sondeo
¿Cuál es el futuro de la cogeneración eléctrica?
En la polémica actual sobre la participación privada
en el sector eléctrico, también se ha cuestionado los permisos
y proyectos de autoabastecimiento y cogeneración. Sin embargo, desde
la creación de estas figuras en la Ley de Servicio Público de
Energía Eléctrica en 1992, muchas empresas nacionales han encontrado
en ellas una opción para cubrir sus necesidades energéticas a
costos competitivos, si bien el número de proyectos en operación
es aún muy inferior al potencial nacional de cogeneración identificado
por la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (Conae) en
la década pasada.
En esta ocasión, hemos preguntado a cuatro especialistas cómo
ven el futuro de esta actividad. Los cuatro se han dedicado al análisis,
a la promoción y a la operación de proyectos de autoabastecimiento
y cogeneración en México, por lo que su conocimiento del tema
es el fruto de su quehacer cotidiano.
Ellos son: Manuel de Diego Muñoz, director general de Consultores en
Energía S.A. de C.V.; Odón de Buen Rodríguez, presidente
de Energía, Tecnología y Educación ENTE S.C. y ex responsable
de la dirección general de la Conae; Oscar del Rivero, director de la
División de Turbinas y Motores a Gas de Maquinaria Igsa; y José
Luis Velázquez Chávez, ejecutivo de ventas en cogeneración
del área Energy Solutions Business de Cummins, S. de R.L. de C.V.
1. ¿Cuáles son las máximas prioridades de cambio
que requiere el país en materia de electricidad?
Manuel de Diego Muñoz
Para asegurar el suministro eléctrico, se debe dar autonomía
de gestión y financiera a CFE y a Luz y Fuerza, autorizar que estas entidades
capten capital privado, permitir la operación de compañías
privadas en el suministro de electricidad, complementando la oferta de las empresas
públicas, y facilitar el mejor aprovechamiento de recursos energéticos
en procesos productivos donde resulte económicamente atractivo autoabastecerse
de energía eléctrica.Para garantizar la satisfacción de
las necesidades de los usuarios, se debe fijar condiciones equitativas para
una sana competencia entre todos los posibles suministradores de electricidad.
Además, el Estado debe reconocer los beneficios sociales que conlleven
los sistemas alternos de generación, tales como menor contaminación
ambiental, la preservación de los recursos energéticos, la liberación
de inversiones públicas y la mayor competitividad de los productos y
servicios nacionales.
Odón de Buen Rodríguez
Se requiere mayor flexibilidad en varias dimensiones. Primero, en la
propiedad, que ya no debe ser un monopolio estatal. Segundo, en los energéticos
primarios, promoviendo una mayor diversificación, en particular hacia
las renovables. Tercero, en la dimensión que va del pozo petrolero hasta
la cocina, ya que lo más barato no está en la generación
sino, en gran medida, en la reducción de la demanda. Cuarto, en lo ambiental,
porque contaminar con combustibles fósiles también cuesta. Quinto,
en la arquitectura del sistema, de uno centralizado a uno descentralizado.
Oscar del Rivero
Se requiere (1) un marco jurídico que dé certidumbre
y promueva la inversión privada; (2) una definición consensada
de lo que es servicio público de energía eléctrica
a fin de que la Constitución, la Ley del Servicio Publico y su Reglamento
no estén sujetos a interpretaciones personales ni se implementen en cortes
y juzgados; (3) una política de combustibles que permita al industrial
ser competitivo internacionalmente y al Estado tener los recursos que necesita;
y (4) definir las responsabilidades y derechos tanto del Estado como de los
grandes consumidores en la producción, transmisión y distribución
de electricidad en un mundo globalizado, sin perder de vista la función
social del Estado.
José Luis Velázquez Chávez
Debe ser el mantener precios competitivos y poder suministrar la energía
que el país demanda en
función a su crecimiento. Para ello, la CFE debe modernizarse e invertir,
o bien se debe aprobar una reforma eléctrica que permita la inversión
privada y el aprovechamiento de todos los tipos de energía utilizables
en una empresa industrial para tener precios competitivos y hacerle frente a
la demanda productiva.
2. ¿Cuál es (o debe ser) el futuro de la cogeneración
y el autoabastecimiento?
Manuel de Diego Muñoz
Muy limitado, de no emprenderse las acciones señaladas en mi
respuesta anterior, ya que sólo han tenido un éxito relativo unos
cuantos grandes proyectos, que más bien podrían ser considerados
como de productores independientes. Dada la importancia que tienen los beneficios
antes señalados, y sobre todo la competitividad del país, espero
que tanto el Ejecutivo como los legisladores tomen conciencia de la urgencia
que para todos los mexicanos tienen los cambios requeridos, no sólo en
nuestras leyes, sino, de manera más relevante, en los reglamentos y en
las disposiciones oficiales vigentes.
Odón
de Buen Rodríguez
Debe ser mucho mejor a lo que lo es hoy. Por desgracia, la cogeneración
está atrapada en la discusión sobre la propiedad del sector, cuando
debería estar al margen. Creo, sin embargo, que las razones para aprovechar
estas alternativas están siendo consideradas por quienes toman las decisiones
en el sector, aunque es necesario que no nada más se piense en la cogeneración
paraestatal y que se entienda la importancia de la cogeneración
privada que, siendo relativamente marginal, tiene mucho valor para la estabilidad
del sistema, en particular en zonas como la Ciudad de México. Yo pienso
que más pronto que tarde, se va a ir hacia delante en políticas
que, cuando menos, no limiten su crecimiento.
Oscar del
Rivero
Una vez definido con precisión el concepto de servicio público
de energía eléctrica, será fácil para el Estado
y para los particulares planear el futuro del autoabastecimiento y
de la cogeneración, a efecto de lograr una reducción importante
del consumo y del costo de energéticos. El autoabastecimiento de los
grandes consumidores permitirá al Estado dedicar sus recursos a mejorar
la infraestructura de transmisión y distribución eléctrica
a pequeños usuarios. Aun si esta figura disminuyera los ingresos públicos
por venta del fluido eléctrico, el Estado –con la regulación
adecuada y el costo de combustibles apropiado– podría aplicar un
impuesto módico a la autogeneración, de tal forma que los proyectos
de autoabastecimiento sigan siendo viables financieramente al compararse con
la compra de electricidad al Estado y, al mismo tiempo, generar un ingreso para
el mantenimiento de la infraestructura eléctrica de uso público.
José
Luis Velázquez Chávez
En un futuro cercano, la cogeneración y el autoabastecimiento serán
una forma en la cual las empresas se autosuminstren energía eléctrica
o térmica en forma de vapor, agua caliente o agua helada de acuerdo a
sus procesos industriales. Estos procesos deben permitirles abaratar el costo
de la energía con el fín de ser autosuficientes y competitivos.
Esto, previendo que la reforma energética no promete mucho a futuro.
3. ¿Cuál es la política de combustibles que se
requiere para optimizar la generación eléctrica?
Manuel de Diego Muñoz
En este aspecto, parece no haber tanta discrepancia entre las acciones
que están emprendiéndose a nivel gubernamental –como exploración
y explotación de reservas y la regasificación de gas de importación–
y las que serían requeridas para asegurar el suministro de combustibles
al menor costo posible. Otro tanto podríamos quizá decir –cuando
maduren los proyectos– con relación a la diversificación
energética de grandes centrales operando con carbón importado.
En lo que respecta a una política energética en general, mi impresión
siempre ha sido que se toman poco en cuenta los cambios posibles y deseables
en el balance energético nacional –principalmente en aquellos combustibles
que permitan adecuar la demanda a la oferta económicamente más
atractiva– como puede ser con respecto al uso de combustóleo residual
en centrales generadoras y en otros procesos y también en el mayor uso
del diesel en el transporte automotriz. Creo que convendría mayor análisis
y difusión de esas opciones por parte del la Secretaría de Energía,
ya que disponemos de poca información al respecto.
Odón de Buen Rodríguez
Se requiere promover una política de diversificación
de combustibles que incluya a las energías renovables y a la mayor eficiencia
que significa la cogeneración.
Oscar
del Rivero
La política oficial de combustibles debe promover una alta competitividad
para la industria nacional en referencia con la globalización, aun si
un subsidio fuera necesario. No podemos perder de vista las políticas
de precios que tienen países como China y Corea del Sur para sus empresas
exportadoras. El estado debe mantener un balance entre sus ingresos y la competitividad
al extranjero, así como una visión de la capacidad de pago del
usuario nacional para fomentar el desarrollo interno. La política de
precios debe fomentar el crecimiento económico del país y al mismo
tiempo generar los recursos para el gasto social que las clases no privilegiadas
requieren.
José Luis Velázquez Chávez
Sabemos que México es rico en energéticos, sobre todo
petróleo y sus derivados. Sin embargo, éstos se cotizan a precios
internacionales, a veces en lugares donde las condiciones y los niveles de vida
no son comparables a los de nuestras familias. Estos precios impiden el desarrollo
y competitividad y esto conlleva a que los inversionistas prefieran invertir
en otros países. Por lo anterior, la política deberá ser
el de mantener precios de los combustibles adecuados y/o incentivar fiscalmente
a los inversionistas para que puedan ser competitivos en la generación
privada bajo la figura del autoabastecimiento.