Energía a debate, Julio-Agosto 2009
El Congreso apremia la Reforma
El Ejecutivo ha sido demasiado lento en su instrumentación.
Sergio Benito Osorio*
Han transcurrido nueve meses desde que el Congreso aprobó un conjunto de leyes para modernizar a Petróleos Mexicanos y al marco jurídico que regula la explotación de los hidrocarburos en el país. Sin embargo, fue hasta el pasado mes de mayo que se integraron las nuevas instituciones encargadas de promover un mejor funcionamiento en este sector: el Consejo de Administración de Pemex, que habrá de orientar y reorganizar a esta entidad; la Comisión Nacional de Hidrocarburos, encargada de regular la explotación petrolera; y el Consejo Nacional de Energía, que llevará a cabo la planeación del conjunto del sector energético; aunque se continua a la espera de que la autoridad emita los reglamentos respectivos para que inicien su operación.
El retraso ha tenido que ser superado por el apremio reiterado del Congreso, lo que ha producido fricciones con el Ejecutivo Federal, como quedó de manifiesto en la comparecencia de la Secretaria de Energía y del Director General de Pemex, el pasado 2 de junio, ante la Comisión Permanente del Congreso. Los funcionarios acudieron para explicar si se habían emitido resoluciones o convenios de la exclusiva competencia del Consejo de Administración de Pemex durante el periodo en que ha estado ausente este nuevo órgano, y donde un grupo amplio de legisladores externó su deseo de iniciar un proceso de juicio político por incumplimiento reiterado de la ley.
La Secretaria de Energía expresó que el incumplimiento se ha debido a problemas de agenda, sin embargo, el argumento no es suficiente para aclarar la razón (o razones) que el gobierno ha tenido para diferir la puesta en práctica de la reforma. El retraso impactará, al menos, tres ámbitos inmediatos: el régimen de contrataciones, el presupuesto y la reorganización de Pemex, todos ellos fundamentales para superar un escenario caracterizado por la caída de la extracción y de los precios internacionales del petróleo, lo que agrava las dificultades fiscales y la recesión económica del país.
El Director de Pemex, en su comparecencia afirmó que para beneficiarse de la reforma y establecer el nuevo régimen de contratación se requieren tres eventos: la instalación del Consejo de Administración (que tuvo lugar el 14 de mayo); que el Ejecutivo Federal emita el reglamento de la Ley de Petróleos Mexicanos y que en congruencia con dicho reglamento, el nuevo Consejo de Administración emita las disposiciones administrativas que permitan su aplicación. Pues una de las cuestiones fundamentales que habrá de precisar el reglamento es el concepto de actividades sustantivas de carácter productivo, dado que sólo a esos proyectos será aplicable el nuevo régimen especial de contrataciones.
Es urgente el trabajo de reglamentación de la Secretaría de Energía, aunque las llamadas “actividades sustantivas…” a cargo de Pemex están claramente establecidas, principalmente en el artículo 3º de la ley reglamentaria del 27 constitucional, y la facultad reglamentaria del Ejecutivo Federal se limitará a los lineamientos administrativos que fije el comité de adquisiciones.
Efectivamente, los consejeros profesionales estuvieron impedidos para conocer todos aquellos contratos, vinculados con las actividades sustantivas de Pemex, que hubieran sido suscritos durante los primeros cinco meses del año, dado que aún cuando los consejeros fueron ratificados por el Senado en abril, el Consejo fue integrado hasta mayo. Contradictoriamente con la premura que el gobierno federal pidió al Congreso que votara la reforma, la mayor parte de las operaciones de contratación de Pemex durante 2009 se harán con la anterior legislación.
Por otra parte, es de esperar que el nuevo Consejo de Pemex haya aprobado el programa operativo de la entidad para el ejercicio 2010, su programa de deuda y el plan de negocios que son los elementos centrales de la autonomía presupuestal de la entidad, como también del ejercicio de presupuestación que la Secretaría de Hacienda inicia con la Cámara de Diputados en el mes de junio de cada año. Si esto no hubiera ocurrido así, entonces en este plano la reforma se habría diferido un año y, seguramente, la Secretaría de Hacienda continuará ejerciendo la regencia que venía realizando sobre las finanzas de este organismo, y quizás con mayor virulencia dada la contracción económica que se vive.
¿Para cuándo habrá que esperar la reorganización de Pemex? Se debe recordar que el Consejo de Administración aprobará un Estatuto Orgánico (Art. 6) y el Presidente de la República creará los organismos subsidiarios que el Consejo le proponga. Ciertamente hay un trabajo enorme de reglamentación e imaginación administrativa, muy complejo, que no debe precipitarse pero que tampoco admite pérdida de tiempo. Entonces, ¿por qué el Gobierno Federal no ha adoptado mayor rapidez en las acciones institucionales que son básicas para avanzar? ¿Por qué impidió, de último momento, que los consejeros profesionales de Pemex comparecieran el 15 de junio, ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, aumentando la tensión ya existente en materia energética?
Es indispensable recuperar el camino del diálogo y el acercamiento que predominó durante el proceso de aprobación de la reforma energética, sobre todo ahora que el país requiere de mayor eficiencia y consenso para solucionar sus problemas.
• Economista. Ha sido diputado federal y presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados en la LVIII Legislatura y es miembro del Observatorio Ciudadano de la Energía, www.energia.org.mx (sosorir@hotmail.com).