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Regresar a la lista artículos | Inicio Comentarios a la propuesta para modificar el régimen fiscal de Pemex La propuesta legislativa para cambiar el régimen fiscal de Pemex adolece de algunas deficiencias, entre ellas, el propósito de tener tasas diferenciadas y de gravar los ingresos brutos, en vez de los ingresos netos. FRANCISCO GARAICOCHEA PETRIRENA* El pasado mes de septiembre, la Comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados presentó un anteproyecto de ley para modificar el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex). El propósito de este breve artículo es señalar lo que, a mi juicio, son algunas deficiencias en dicha propuesta, con el ánimo de inspirar a los legisladores a realizar los cambios pertinentes. El régimen fiscal planteado en dicho anteproyecto es muy diferente de los regímenes que se aplican a otras compañías petroleras, por lo que no se cumplirá el objetivo, expresado por los legisladores, de "permitir a Pemex-Exploración y Producción (PEP) operar como el resto de las compañías petroleras internacionales." Tampoco permitirá, por lo mismo, verificar si PEP es "competitivo desde el punto de vista fiscal con los sistemas fiscales de países equivalentes a México desde el punto de vista económico y geológico". El nuevo régimen propuesto impedirá comparar la competitividad y la rentabilidad de Pemex con la de otras empresas petroleras. Por otra parte, es inapropiada la propuesta eje del anteproyecto legislativo de que PEP pague mayor impuesto para producción de crudo proveniente de proyectos existentes y menor tasa para producción proveniente de nuevos proyectos. La razón es que la rentabilidad de algunos de los nuevos proyectos de explotación podría llegar a ser mucho mayor que la de los que ya se encuentran en desarrollo. Es factible que la exploración en nuevas provincias petroleras conduzca al descubrimiento de yacimientos con muy alta capacidad de producción y bajos costos de operación, como el caso de Cantarell. Por este motivo, es recomendable que los impuestos se apliquen sobre los ingresos netos. Más adecuado que considerar una tasa de impuesto para hidrocarburos nuevos y otra para producción existente, sería la aplicación de una tasa de impuesto sobre los ingresos netos globales de PEP o sobre los que genere cada campo, complejo en explotación, o pozo, a fin de relacionar el impuesto con los ingresos brutos, las inversiones en exploración, en instalaciones y los costos de producción. Se recomienda por lo tanto relacionar el impuesto con los ingresos netos, a fin de ubicar a Pemex en un esquema de tributación que lo coloque en una normalidad fiscal acorde con los del marco jurídico y fiscal internacional característico de las empresas petroleras transnacionales La propuesta legislativa también plantea que estará exenta la extracción correspondiente a los primeros 30 barriles diarios (b/d) de petróleo crudo, o al primer millón de pies cúbicos diarios (pcd) de gas natural en el año por pozo. Esto tampoco es aconsejable. En Estados Unidos por ejemplo toda extracción está gravada, incluyendo la que se obtiene de los pozos que producen menos de 4 barriles diarios pagan impuestos. Lo que se pretende al exentar los primeros 30 b/d o al primer millón de pcd es favorecer el desarrollo de proyectos de crudo como Chicontepec, o de gas no asociado como la Cuenca de Burgos, donde los pozos tienen una rentabilidad marginal y al cabo de poco tiempo producen menos de estos volúmenes. Se recomienda gravar la producción sólo en función del ingreso neto y que se dé un estímulo fiscal o menor impuesto a la extracción proveniente de pozos con producción menor de 10 barriles diarios. Esta opción no es, quizás, la óptima, pero sería aceptable si no se acepta la siguiente, también concebida con el mismo objetivo de promover la producción de pozos marginales. La mejor opción para promover la explotación de pozos con producción marginal de petróleo o gas es la de exentar la producción proveniente de pozos con costos de operación y mantenimiento mayores de 100 dólares por día, para producción en el territorio; y exentar la producción proveniente de pozos localizados en regiones marinas con costos de operación mayores de 500 dólares por día. De esta manera, esos pozos podrán continuar produciendo hidrocarburos y contribuirían a incrementar las reservas de petróleo y gas. En el mismo sentido, el anteproyecto legislativo enfatiza la importancia de explotar racionalmente los yacimientos actuales y futuros. La explotación racional sólo será posible cuando se cuente con un reglamento de trabajos petroleros actualizado, similar al que rige en Estados Unidos. Además, sería necesaria la formación de una institución independiente del Ejecutivo Federal que obligara a Pemex a cumplir con sus ordenamientos. Con miras a sanear las finanzas de Pemex, el anteproyecto estipula que Pemex deberá garantizar un crecimiento mínimo por año de 2005 a 2008 en su producción de hidrocarburos. Sin embargo, Pemex enfrentará problemas serios para proporcionar un crecimiento de la producción de hidrocarburos, por las siguientes razones: la declinación inevitable de la producción de Cantarell, que actualmente es del orden de 2,200,000 b/d; la inseguridad en la capacidad de producción de los campos de Chicontepec, con producción futura, estimada en forma optimista por Pemex en 800,000 b/d por día, y de los activos Ku-Maloob-Zaap y Jujo-Tecominoacán, también con pronósticos de producción optimista de 950,000 b/d. Finalmente, cabe comentar que el nuevo régimen fiscal propuesto tiene como uno de sus objetivos "aumentar la rentabilidad de los proyectos de inversión . Este objetivo no se podrá alcanzar, puesto que los proyectos actualmente en desarrollo, con alta rentabilidad como Cantarell, sufrirán incrementos considerables en sus costos de operación, y los nuevos proyectos en cartera son mucho menos rentables. Además, el objetivo aludido es incompatible con el de "maximizar la recuperación de hidrocarburos", que es el establecido como obligatorio en otros paises mediante sus códigos federales de reglamentos en matería de hidrocarburos. * Es ingeniero petrolero jubilado de Petróleos Mexicanos y Premio Nacional de Ingeniería Petrolera. Es coordinador del Grupo de Ingenieros Pemex-Constitución del 17. fgaraicochea@aol.com
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