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Modificar licitaciones públicas en apoyo a fabricantes nacionales

Con algunas modificaciones sencillas a la Ley de Adquisiciones, se podría fomentar una mayor participación de las compañías mexicanas en las licitaciones públicas, evitando así que las empresas extranjeras se queden con los mejores contratos. Esto, a su vez, facilitaría la creación masiva de empleos.

CARLOS GOTTFRIED JOY*

En diversos ámbitos de la vida nacional se escuchan preocupaciones por la falta de competitividad de la industria mexicana frente a la de otros países. En realidad, es mucho lo que se puede hacer para recuperar y fortalecer esa competitividad. En mi opinión, una de las opciones más importantes sería cambiar la formas en que las diferentes dependencias gubernamentales realizan licitaciones públicas a fin de crear las condiciones óptimas para la participación de los fabricantes nacionales.

La mayor parte de los concursos, tanto nacionales como internacionales, que llevan a cabo tanto Petróleos Mexicanos (Pemex) como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), imponen plazos de entrega de bienes a 90 días. Esto lo hacen con el objeto de no otorgar anticipos o pagos progresivos a los proveedores ganadores aun teniendo los recursos. La ley de adquisiciones permite otorgar anticipos y pagos progresivos en el caso de que la entrega del bien solicitado sea mayor a 90 días.

Actualmente, fabricar bienes de capital en 90 días no es un compromiso del todo realista, tratándose de motores y generadores eléctricos con características especiales que se adapten a las necesidades de los usuarios. Sin embargo, con el objeto de recibir pedidos, los proveedores aceptamos las condiciones y las consecuencias, como son las multas y recargos por entrega extemporánea. Los concursos internacionales que se convocan con el objeto de adquirir motores y generadores eléctricos, no deben ser internacionales, ya que existen empresas en el país que cuentan con todos los recursos para realizar los productos que se requieren y con una calidad muy superior a los de importación.

Como resultado de lo anterior, la mayor parte de los fabricantes nacionales no concursa en las licitaciones elaboradas por Pemex y CFE, dejando libre el camino para que las compañías extranjeras obtengan los contratos con líneas de crédito blandas y generosas, contribuyendo a lacerar la mano de obra y, por ende, los empleos de los mexicanos. Es importante mencionar que en algunos casos –como el de mi empresa Potencia Industrial– podemos recontratar más de mil empleados siempre y cuando existan concursos nacionales serios y que den preferencia a los fabricantes nacionales.

RECOMENDACIONES

Con el objeto de minimizar el desempleo y aumentar el empleo de las plantas en México que tienen como clientes a Pemex y a la CFE me atrevo a realizar las siguientes recomendaciones:

I.-Que todos los plazos de entrega para las licitaciones convocadas por las dependencias antes mencionadas sean mayores de 90 días, y que les sean autorizados anticipos y/o pagos progresivos, ya que (1) tienen los recursos y éstos serían afianzados, (2) se reduce el costo de los bienes al eliminar a los intermediarios financieros, (3) permite entregar los bienes oportunamente sin las multas por atrasos, y (4) permite emplear y re-emplear a trabajadores mexicanos en la fabricación de los bienes requeridos por Pemex y la CFE, que son los principales usuarios de bienes de capital en el país.

II.-Para los concursos ya ganados con las condiciones de entrega de 90 días sin anticipos, se necesita facilitar la obtención de créditos de NAFINSA para capital de trabajo con condiciones comerciales normales, especialmente tratándose de concursos y pedidos de otra paraestatal y ganados por proveedores nacionales.

III.- Sin comprometer acuerdos internacionales, debe de ser factible crear más de un millón de empleos en nuestro país, en caso de realizar cambios oportunos en la realización de las licitaciones públicas. En particular, se debe contemplar la creación de un programa oficial de fomento a la industria con modificaciones a la ley de adquisiciones, como se hace en otros países, para apoyar a los fabricantes nacionales.

* Es ingeniero industrial de la Universidad Metodista del Sur, en Dallas, Texas. Fue presidente de Monarca, A.C. Dirige las empresas Potencia Industrial SA de CV y de Fuerza Eólica SA de C. Es presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica