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Posibles escenarios de la producción de crudo 2006-2008

El futuro de la producción petrolera del país es incierto, incluso en el corto plazo. La reducción de la extracción total podría ser significativa.

DAVID SHIELDS*

Estimar la producción futura de petróleo en México implica, para cualquier analista ajeno a Petróleos Mexicanos (Pemex), ir más allá de la evaluación de las cifras y declaraciones oficiales. Es necesario interpretar la versión oficial a la luz de otros datos e informaciones, recientes o no tan recientes, que pueden ser indicadores válidos del desempeño de la actividad de exploración y producción.

Además hay que tratar con cautela, incluso escepticismo, los anuncios sobre recursos prospectivos y megayacimientos. A su vez, las declaraciones oficiales son como un acertijo que hay que ir descifrando, como cuando Raúl Muñoz Leos, ex director general de Pemex, en el año 2002, anunció el “megayacimiento” de gas no asociado en Lankahuasa. No obstante el descubrimiento, Muñoz afirmó lo siguiente:

“En el 2010, menos de la quinta parte de la producción nacional de crudo y apenas la décima parte de la producción de gas provendrán de yacimientos que actualmente están en explotación. Esto nos muestra, de manera dramática, el enorme esfuerzo que necesitamos hacer para descubrir y desarrollar nuevos yacimientos”.
Muñoz no informó cuánto se produciría en el 2010 ni dónde se produciría, pero todo indica que tenía muy clara la idea de que no sólo Cantarell, sino también otros yacimientos (¿toda la Cuenca de Burgos?) sufrirían casi un colapso. Sin embargo, el discurso oficial –que siempre ratifica la “enorme riqueza de hidrocarburos del país”– da a entender que no hay problema. En los próximos años habrá otros yacimientos que compensarán la caída esperada de la producción en Cantarell, asegura Pemex.

Estos otros yacimientos son, en el corto plazo, Ku-Maloob-Zaap (KMZ) y los del complejo Antonio J. Bermúdez, del proyecto Crudo Ligero Marino y de la región de Chicontepec. Sin embargo, para que la producción petrolera del país se mantenga en sus niveles actuales o se eleve en forma marginal –de acuerdo con la proyección oficial (Escenario 1 de la tabla)– tendrán que darse cuatro circunstancias positivas:

(1) Que Pemex logre una eficiencia de recuperación “optimista” de 52% en Cantarell, con lo que la declinación de ese yacimiento será de “sólo” 475,000 b/d en el lapso 2006-2008, ubicándose en 1,430,000 b/d al final del período

(2) que haya incrementos significativos en KMZ cada año

(3) que haya un súbito incremento, del orden de 84,000 b/d, de la producción en el complejo Bermúdez en el 2007, el cual no estaba previsto en planeaciones anteriores de Pemex; y

(4) que haya una explotación mucho más intensiva en Chicontepec, de manera que la extracción en esa región de yacimientos difíciles llegue a 108,000 b/d en el 2008, en comparación con 26,000 b/d actualmente.
¿Será posible que todo esto salga bien? Por supuesto, la gran incógnita es qué tan “dramática” (por citar a Don Raúl) será la caída de Cantarell. Podemos elaborar algunos otros escenarios. Como se ha comentado ampliamente, hay proyecciones internas de Pemex que prevén un posible escenario con factor de recuperación del 30%, que dejaría la producción en Cantarell en un nivel de 520,000 b/d al 1 de enero del 2009. Si así sucediera y si, no obstante, se dan las tres circunstancias positivas (2), (3) y (4) mencionadas en el párrafo anterior, entonces se concretaría al Escenario 2 y habría que suponer que la producción petrolera del país caería a 3,040,000 b/d en el 2007 y a 2,777,000 b/d en el 2008.


Por supuesto, no es probable que ese escenario se dé en la práctica, si le creemos a Pemex que el factor de recuperación en Cantarell será cercana a 52%. Tampoco es muy factible que se den todas las tres circunstancias positivas (2), (3) y (4), ya que eso implicaría que la producción de crudo en todos los yacimientos, excluyendo a Cantarell, se elevaría de 1,360,000 b/d en el 2005 a 2,057,000 b/d en el 2008. Es difícil creer un escenario tan positivo para los demás yacimientos y, sin embargo, sí es creíble que, gracias a las obras en marcha, la producción en KMZ y Crudo Marino Ligero muestre incrementos.

Así, de manera especulativa y para acercarnos un poco a la realidad, elaboramos un Escenario 3 que plantea una producción para Cantarell ubicada entre los dos escenarios anteriores (o sea, un promedio entre las proyecciones de 52% y 30% de eficiencia de recuperación) y que prevé un incremento de 100,000 b/d cada año en los demás yacimientos del país, en relación al 2005. De darse este escenario, la producción del país caería a 2,735,000 b/d en el 2008. ¿Es realista este escenario? En mi opinión personal, me parece que podría serlo, pero dejo la última palabra a los expertos del sector que lean este artículo. Sin duda, no va de acuerdo con el siempre optimista discurso oficial.

Finalmente, se vale construir un Escenario 4, el cual toma la proyección pesimista (¿pero quizás realista?) para Cantarell del Escenario 2 y la combina con la proyección para los demás yacimientos que se establece en el Escenario 3. Así, la producción total de crudo en el 2008 caería a 2,380,000 b/d.

Por supuesto, todos estos números son especulativos y, en realidad, nadie –ni siquiera los directivos ni los ingenieros petroleros de Pemex– sabe con precisión cómo se van a comportar los yacimientos clave del país. No obstante, tanto los funcionarios públicos como los analistas independientes nos vemos obligados a plantearnos la pregunta inevitable de cuánto petróleo podrá México producir en los próximos años, haciendo estimaciones con base en los elementos que estén a nuestro alcance.

Podríamos echar a volar nuestra imaginación. Así lo han hecho el presidente Vicente Fox y el director general de Pemex, Luis Ramírez Corzo, quienes nos aseguran que existe un nuevo yacimiento que “sustituirá con creces a Cantarell” como parte de los 54 mil millones de barriles de recursos prospectivos “identificados” anteriormente. Obviamente, ni ese yacimiento ni los recursos prospectivos brindarán nueva producción en el mediano plazo –ni siquiera en 8 o 10 años, según el director de Pemex– por lo que nos quedamos con la realidad inmediata de que las reservas probadas del país siguen en picada, situación que va a repercutir en la producción en el corto plazo. Esta situación nos debe preocupar a todos.

Un apunte final. También preocupa el hecho de que algunos de los yacimientos con los que Pemex pretende sustituir a Cantarell realmente son muy pobres en cuanto a reservas probadas. Tal es el caso, incluso, de KMZ, que al 31 de diciembre de 2005 registraba 1,827 millones de barriles de reservas probadas de aceite.
Ciertamente, la producción en KMZ se ha incrementado en forma significativa, llegando a 375,000 b/d en enero pasado. Sin embargo, Pemex ha informado que la producción podría alcanzar niveles de alrededor de 750,000 u 800,000 b/d hacia fines de la década. Si esto fuera factible, habría que suponer, con base en las cifras de reservas probadas, que esos niveles se sostendrían muy poco tiempo, por lo cual, especulativamente, la curva de producción en KMZ tendría que ser más o menos como en la gráfica que aparece en este artículo, salvo que Pemex logre mejorar el perfil productor del yacimiento incorporando más reservas probables y posibles como probadas.

En todo caso, la situación de las reservas y de la producción petroleras del país es muy incierta. Para los analistas independientes, y considerando que los pronósticos oficiales de producción se han incumplido muchas veces en los últimos años, la actitud más sana es mantener un amplio escepticismo frente a la información oficial y, sobre todo, frente a los anuncios de yacimientos supergigantes que, supuestamente, permitirían a México y al mundo seguir administrando la abundancia por muchísimos años más.

* Periodista, consultor en materia de energía y autor del libro “Pemex, la reforma petrolera” (Editorial Planeta), del libro blanco “Pemex: Problems and policy options “ para la Universidad de Berkeley, California, y numerosos estudios sobre Pemex y políticas públicas en México. Es licenciado en filosofía y letras por la Universidad de Strathclyde, Escocia. Es director general de esta revista. (energia_adebate@yahoo.com.mx)