Regresar a la lista artículos | Inicio

Petrobras: Con tecnología al servicio de la industria del petróleo

En aguas profundas, sobrevivirán las empresas con mayor coeficiente tecnológico y las que tengan mayor experiencia y capacidad gerencial para trabajar con grandes proyectos de desarrollo, intensivos en capital y en tecnología de punta.

GUILHERME ESTRELLA*

Petrobras ha sido una de las empresas de mayor éxito en el mundo en la exploración y producción (EyP) de petróleo. El gran número de nuevos descubrimientos de crudo y gas en aguas profundas de la plataforma continental brasileña y el alto nivel de éxitos en la exploración obtenido por la compañía en los últimos años confirman su reconocida excelencia técnica y gerencial en la industria offshore.

El nivel de éxitos exploratorios de Petrobras alcanzó un promedio de 45% en los últimos tres años. Eso significa que en prácticamente la mitad de los pozos exploratorios perforados en esos tres años la empresa encontró crudo. Es un resultado extraordinario, si se compara con el promedio de la industria, que ha oscilado entre 15% y 20%. El nivel de reposición de reservas llegó en el 2006 a 173%, o sea, por cada barril de petróleo producido, la empresa descubrió 1.7 barriles nuevos.

Las reservas probadas de crudo y gas de Petrobras pasaron de 9.6 mil millones de barriles de crudo equivalente (boe) en diciembre de 2000 a 13.75 mil millones de boe en diciembre de 2006, de acuerdo con los criterios de la Society of Petroleum Engineers (SPE). Si tomamos en consideración que en los últimos siete años la compañía produjo más de 4.5 mil millones de barriles, ese salto corresponde, en la práctica, a una incorporación, en cinco años, de aproximadamente 8.6 mil millones de barriles de crudo equivalente a las reservas. Considerando su tamaño, pocas empresas en el mundo tuvieron desempeño semejante.

EL CAPITAL HUMANO

Más que números, esos resultados reflejan la competencia desarrollada por su cuerpo técnico y la masa crítica de conocimientos acumulada por la compañía en sus más de 50 años de experiencia en la exploración y producción de petróleo, principalmente de sus reservas en aguas profundas y ultraprofundas. Reflejan, también, una firme filosofía de inversión continua en capital humano, tecnología e investigación que orienta a la empresa desde sus primeros años de vida.

Petrobras cuenta hoy con uno de los equipos técnicos mejor calificado en el mundo en el área de EyP. No es fortuito que la gran mayoría de las grandes empresas que exploran y producen petróleo en Brasil, después de la apertura del mercado, haya buscado asociarse a ésta para minimizar sus riesgos, y que muchas de ellas hayan formado sociedades con Petrobras en grandes proyectos en aguas profundas en Brasil y en otros países del mundo.

NUEVOS TIEMPOS

Se fue definitivamente el tiempo del petróleo barato y fácil de ser explorado. De ahora en adelante, las empresas tendrán que procurar el crudo nuevo en regiones cada vez más remotas y de difícil acceso. También desarrollar tecnologías cada vez más sofisticadas para encontrar nuevos depósitos y aumentar el factor de recuperación de las reservas, en busca del llamado “nuevo crudo viejo”.

En esa marcha rumbo a regiones inhóspitas, en horizontes cada vez más profundos, en los océanos y en capas geológicas cada vez más antiguas y complejas, a millares de metros de la superficie, aumentan también los riesgos. En ese ambiente sobrevivirán las empresas con mayor coeficiente tecnológico y de inteligencia y las que tengan mayor experiencia y capacidad gerencial para trabajar con grandes proyectos de desarrollo, intensivos en capital y en tecnología de punta.

Petrobras nunca se asustó con escenarios difíciles como éste. Por necesidad y destino aprendió muy temprano a lidiar con grandes desafíos. Muy rápido, en sus primeros años de vida, descubrió que la mayor parte de las reservas brasileñas de crudo estaba en el mar. Después, que si quería liberarse de la dependencia externa tendría que ir a buscarlo en aguas profundas y ultraprofundas.

CRISIS Y OPORTUNIDAD

Con los dos grandes choques de oferta mundial, o Petrobras desarrollaba competencia para ir a buscarlo, o Brasil iría a la quiebra por el peso de las importaciones. Fueron tiempos duros. Ninguna otra empresa estuvo obligada a tanto. No había tecnología disponible en el mundo, los procesos eran caros y el país tenía prisa. Era preciso crear, innovar, buscar soluciones nunca antes experimentadas.

Si la necesidad empujó a la empresa hacia el ambiente inhóspito de las aguas profundas, donde riesgos, tensión y costos eran cada vez más elevados, la recompensa por tanto esfuerzo vino en la forma de una cultura acostumbrada al desafío y a la intemperie, abierta a la innovación y al entrenamiento permanente. Una cultura que penetra los procesos y hace que la empresa trabaje permanentemente en el más avanzado horizonte tecnológico.
Hoy, más del 80% de la producción brasileña de petróleo viene de campos marítimos. Y el 65% de todo el crudo producido es extraído de reservas localizadas en las aguas profundas de la plataforma continental. Para llegar hasta allí, la empresa necesitó entrenar y capacitar, en Brasil y en el exterior, a profesionales de múltiples disciplinas y desarrollar tecnologías inéditas que le permitieran llegar hasta donde pocas empresas habían llegado.

Apremiada por el tiempo, creó sistemas de producción que aprovechaban barcos-sonda para extraer el crudo. Inventó formas inéditas de instalar árboles de succión, bombas y otros arreglos submarinos. Transformó antiguos barcos petroleros en plataformas de producción, dando origen a los modernos sistemas flotantes de producción, almacenaje y transferencia del crudo, los FPSOs. Creó nuevas formas de anclar plataformas, desarrolló, en asociación con los proveedores, avanzados sistemas de bombeo multifásico submarino y otras numerosas innovaciones.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

Esa aventura tecnológica en busca de fuentes de hidrocarburos en horizontes cada vez más profundos en el océano es la gran contribución dada por la empresa al desarrollo de la industria offshore, lo que le hizo acreedor dos veces al mayor premio internacional del sector: el Distinguished Achievement Award, otorgado por la Offshore Technology Conference (OTC).

La gestión de conocimiento, la formación del capital humano, el entrenamiento continuo, la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías son partes inseparables de las actividades de Petrobras. Constituyen la espina dorsal y el hilo conductor sobre el cual se desarrolla toda su historia. Su Centro de Investigaciones, creado en la década del 60, concentra profesionales de la más elevada formación y es una referencia en la industria del petróleo. En afinidad con la vanguardia de la tecnología internacional, mantiene relación estrecha con más de una centena de universidades, centros de investigaciones y proveedores de todo el mundo. La filosofía de actualización continua de sus equipos técnicos llevó a la empresa a crear la Universidad Petrobras, encargada, entre otras tareas, de preparar a los profesionales egresados de las diversas universidades del país para las actividades específicas de la industria del petróleo.

NUEVOS TIEMPOS

Pasados 50 años de su creación, Petrobras enfrenta desafíos todavía más complejos para llevar adelante la tarea de garantizar la reposición y el aumento de sus reservas. Varias cuencas sedimentarias brasileñas ya están en fase de explotación madura. Es preciso, para continuar explotándolas, buscar nuevos modelos geológicos, con reservas más complejas y muchas veces más profundas, de difícil visualización sísmica. Es necesario también abrir nuevas fronteras exploratorias en cuencas de las cuales todavía se tiene poca información y donde el riesgo geológico es mayor, lo que exigirá un volumen mayor de datos para la toma de decisiones.

Para enfrentar ese desafío, el área de exploración de la compañía moviliza un contingente de aproximadamente 1,360 geólogos y geofísicos altamente capacitados. Ese equipo de especialistas, distribuido por diversas áreas de actividades, moviliza una red que interconecta cerca de 5,500 computadoras, con capacidades que varían de 200 a 28.500 gigaflots, para procesamiento de datos sísmicos y geológicos colectados en tierra y en el mar, un centro de realidad virtual y salas de visualización en tercera dimensión, laboratorios de geoquímica, paleontología, sedimentología y tectónica.

Petrobras y sus colaboradores trabajan hoy en 144 bloques exploratorios en Brasil, y en más diez áreas de planos de evaluación terrestres. En el 2006 la compañía invirtió cerca de 180 millones de dólares en la adquisición de datos sísmicos de alta resolución y cerca de 21 millones de dólares en procesamientos especiales. Entre el 2002 y el 2005 la empresa invirtió, en media, cerca de 100 millones de dólares por año en la adquisición y procesamiento de datos sísmicos.

ENSANCHANDO FRONTERAS

El ciclo de nuevos descubrimientos de la empresa, en los últimos cinco años, es fruto de esa cultura destinada a los grandes desafíos. La salida del núcleo central de la Cuenca de Campos, principal fuente de petróleo brasileño, de donde proviene más del 80% de la producción nacional, fue una decisión difícil. Los riesgos eran grandes, ya que sería necesario concebir nuevos modelos geológicos, invertir millones de dólares en adquisición y procesamiento sísmico, sin la garantía de retorno.

A pesar de los riesgos, la salida del núcleo de la Cuenca de Campos, donde la compañía concentró la mayor parte de sus actividades en las últimas décadas, fue “un parto sin dolor”. Los resultados fueron altamente positivos. A partir del 2002 la exploración avanzó hacia el Norte, alcanzando porciones más distantes de la propia Cuenca de Campos y hacia el Sur de la Bahía de Espíritu Santo. Allí se descubrió el llamado Parque das Baleias, donde están localizados los campos de Jubarte, Cachalote, Baleia Franca, Baleia Anã, Baleia Azul, Mangangá, Caxaréu, Pirambú y Catuá, y más hacia el norte el complejo de Golfinho, Canapú, Carapó y Camarupim, con gran volumen de crudo pesado producible e importantes acumulaciones de gas natural y crudo ligero, que cambiaron el perfil del porfolio de Petrobras. Avanzó también hacia el Sur del núcleo de la Cuenca de Campos, descubriendo campos gigantes como Papa-Terra y Maromba, e importantes acumulaciones de gas natural y crudo ligero como los campos de Mexilhão, Uruguá, Tambaú y Pirapitanga en la Bahía de Santos.

El descubrimiento del pozo RJS-628, en aguas ultraprofundas, en la Bahía de Santos, es un buen ejemplo de la competencia tecnológica de la compañía. Geólogos y geofísicos de la compañía hicieron el mapa de un prospecto cuya reserva estaría por abajo de los 5,000 metros de profundidad, en una región del mar donde el tirante de agua era de 2,126 metros. Además de eso, la perforación del pozo tendría que atravesar capas de sales como anhídrido y otros compuestos altamente inestables y difíciles de atravesar con la barrena. La perforación de ese pozo alcanzó cerca de 6,000 metros de profundidad y encontró reservas de carbonos portadores de crudo ligero y gas natural, aumentando las perspectivas de producción en el área. En ese trabajo, fue necesario emplear un tratamiento especial de los datos sísmicos recogidos y procesados, para que se pudiese tener imágenes precisas en aquella profundidad. Fue una tarea de alto riesgo por las dificultades técnicas y por la cantidad de inversión involucrada.

Esa historia de lucha explica la posición destacada que Petrobras ocupa hoy en el escenario internacional de la industria del petróleo. Datos compilados por la Evaluate Energy muestran que Petrobras es la segunda empresa que más ha crecido en producción en el mundo en los últimos cinco años entre las compañías de capital público. Ocupa el séptimo lugar, tanto en reservas probadas como en volumen de producción, y el quinto en reposición de reservas. No es poco para una empresa que sólo a mediados de los años 70 comenzó a explotar su principal cuenca sedimentaria.

NUEVOS HORIZONTES

Si ésa es una historia impresionante para quien no la conoce, para nosotros, los de Petrobras, está todavía lejos de terminar. El volumen de inversión y las metas ambiciosas que nos hemos propuesto para los próximos años apuntan para un futuro todavía mayor. El Plan de Negocios de la compañía fija como objetivo una producción diaria, solamente en Brasil, de 2.4 millones de barriles de crudo y 70 millones de metros cúbicos de gas natural hasta el 2011. Para ello, Petrobras cuenta con un portafolio sólido y diversificado, una de las mayores carteras de proyectos de EyP en todo el mundo.

Son cerca de 153 mil kilómetros cuadrados de concesiones exploratorias, 65% en aguas profundas y ultraprofundas, más de 40 grandes proyectos de producción, que movilizarán inversiones del orden de los 40.7 mil millones de dólares en Brasil entre el 2007 y el 2011. Es un promedio de aproximadamente 8.14 mil millones de dólares por año hasta el final del período. Pocas empresas en el mundo han invertido sumas tan elevadas en EyP. Para nosotros de Petrobras, por tanto, el futuro comienza ahora.


*Es director de Exploración y Producción de Petroleo Brasileiro (Petrobras).