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El ocaso de Cantarell

Hay un altísimo grado de incertidumbre acerca de cómo se va a comportar el yacimiento más importante del país y un desplome de la producción en los próximos tres años es, según técnicos de Pemex, el escenario más probable.

DAVID SHIELDS*

El tema del cenit del petróleo (peak oil en inglés), que plantea que la producción petrolera mundial se encuentra en la parte más alta de la curva de Hubbert y deberá disminuir en las próximas décadas, es motivo de controversia entre los analistas del petróleo en el mundo. Un nuevo libro, llamado The Final Energy Crisis (diversos autores, University of Michigan,, 2005), plantea que “peak oil es el pico absoluto de la producción petrolera mundial. Por necesidad geológica, esto se convertirá en una realidad aceptada dentro de 5 ó 6 años. El cenit del petróleo llegará muy pronto”.

Otros analistas rechazan esta teoría. Afirman que las cifras de las reservas petroleras en el mundo no son estáticas y crecerán en la medida en que los costos y las tecnologías permitan incorporar más reservas. “Las inversiones y las tecnologías asegurarán que habrá nuevas adiciones a estas reservas en el futuro. El mundo no enfrenta una escasez de recursos o de reservas de hidrocarburos. Cada vez que se perfora un pozo, se agregan reservas probadas. No hay una crisis”, afirma Peter Davies, economista en jefe de British Petroleum (BP).

No quiero entrar a fondo a esta discusión que tiene alcances globales, sino simplemente señalar que la misma discusión existe, calladamente, con respecto al futuro de la producción petrolera en México. El discurso oficial rechaza que se haya llegado al cenit del petróleo en nuestro país. Dice que la producción se mantendrá o crecerá gradualmente en los próximos años y que, en la medida en que haya nuevas inversiones, se podrá descubrir y explotar amplios “recursos prospectivos” en el mar profundo y en otras regiones del país.

EL NUEVO ESTUDIO TÉCNICO DE PEP

No obstante, en dos artículos periodísticos recientes (Cantarell, el colapso, Reforma, 6-2-2005, y Más sobre Cantarell, Reforma, 22-12-2005), di a conocer que existe un estudio interno en Petróleos Mexicanos (Pemex) que plantea la probabilidad de que la producción en Cantarell, el yacimiento base del país, caiga a la cuarta parte de sus niveles recientes dentro de tres años. Si esto sucede, es seguro que el cenit del petróleo ya habrá llegado en México, al margen de cuál pueda ser la situación que prevalece en el resto del mundo.

Dichos artículos manifiestaron que –de acuerdo con el nuevo estudio técnico de Pemex Exploración y Producción (PEP), llamado “Análisis del comportamiento del avance del casquete de gas en el campo Akal (Cantarell), resultados y recomendaciones” y firmado por un grupo de técnicos de PEP dirigido por el Ing. Amado V. Astudillo y el Dr. Fernando Rodríguez de la Garza–, dentro de tres años Cantarell podría estar aportando casi 1,500,000 barriles diarios (b/d) menos que hoy. No se trata de un pronóstico o especulación de mi parte, sino de un análisis realizado por los mejores técnicos de PEP con el propósito de fundamentar un programa futuro de explotación de Cantarell.

Mi artículo informó, citando dicho estudio técnico, que la producción de aceite en Cantarell caería, en un escenario probable, desde niveles recientes superiores a 2,000,000 b/d a un promedio de 1,748,000 b/d en el 2006, y luego hasta 1,540,000 b/d al final de 2006, mientras que para los cierres de 2007 y 2008 la producción sería de 875,000 b/d y 520,000 b/d (ver las gráficas que acompañan este artículo).

Frente a la inquietud inmediata de los bancos y los inversionistas al ver estas cifras, Pemex emitió un comunicado de prensa el día 8 de diciembre pasado con precisiones al respecto. Informó que, según modelos de la propia empresa, la producción en Cantarell promediaría 1,905,000 b/d en el 2006, 6% menos que en el 2005. Comentó que este nivel de producción es consistente con proyecciones dadas a conocer anteriormente. Para los años 2007 y 2008, “las producciones estimadas son de 1,683,000 b/d y 1,430,000 b/d, respectivamente, sujeto a la obtención de los montos de inversión requeridos”. Agregó que otros proyectos compensarán la menor producción en Cantarell y que la producción total de crudo del país esperada para 2006 excederá 3,400,000 b/d, o sea, será similar o un poco mayor que los niveles recientes.

DOS (O MUCHOS) ESCENARIOS POSIBLES

El comunicado de Pemex tuvo cuidado de no desmentir mi artículo, pero sí presentó una realidad diferente. De hecho, este nuevo estudio técnico de PEP incluye tanto las cifras reflejadas en mi artículo como los que se mencionan en el comunicado de prensa. Plantea toda una serie de proyecciones de producción para Cantarell, en las que el factor de recuperación de aceite varía entre 25 y 55 por ciento. Los datos del comunicado corresponden a una eficiencia de recuperación del 52 por ciento, o sea, un escenario optimista, mientras que los datos de mi artículo reflejan un perfil de producción con factor de recuperación de 30 por ciento, es decir, un escenario pesimista.

Estas proyecciones con eficiencias de producción muy diferentes revelan, a mi juicio, una verdad fundamental sobre las expectativas futuras de Cantarell: existe un altísimo grado de incertidumbre acerca de cómo se va a comportar el yacimiento. No obstante, mi artículo resaltó el escenario con un factor de recuperación del 30 por ciento, porque el contexto del nuevo estudio técnico revela que éste es el escenario probable, aunque no es el único. Por lo mismo, los autores del estudio, frente al rápido avance del casquete de gas, hacen recomendaciones muy importantes, como la cancelación de dos nuevas plataformas petroleras y de la perforación de 26 de los 30 nuevos pozos programados.
Resaltan que se está cerrando la ventana de explotación del yacimiento por el agotamiento de las reservas. Mencionan que “las expectativas de cumplir con el programa operativo anual (POA) del año 2006 son inviables, debido a que el número de pozos a invadirse de gas rebasa con mucho la capacidad del yacimiento de reponer la producción mediante la reparación y perforación de pozos”. Además, señalan que Pemex ya está explotando zonas del yacimiento con menor calidad de crudo, por lo cual es difícil prever altas eficiencias en la recuperación del aceite.

Así, los dos escenarios –el que se menciona en mi artículo con factor de recuperación del 30 por ciento y el que plantea el comunicado de Pemex con un factor del 52 por ciento–, se plasman como posibilidades en el mismo estudio técnico, junto con otros escenarios, como se observa en las gráficas que acompañan este artículo, mismas que son tomadas del documento de PEP.

Mi lectura de este estudio eminentemente técnico –sobre el cual consulté la opinión de ingenieros petroleros amigos, en activo y jubilados– es que el escenario pesimista mencionado resulta ser el más probable, dentro de un panorama de gran incertidumbre sobre el futuro comportamiento de Cantarell, que, a su vez, es el resultado de que, en el pasado, nunca se realizó una caracterización completa del yacimiento que pudo haber servido para una explotación más racional del mismo a lo largo del tiempo.

TEMORES Y SECRECÍA

La situación de declinación inevitable de Cantarell –puede haber diferentes apreciaciones sobre cuál será el ritmo de declinación, pero no sobre el hecho en sí– es motivo de preocupación para los mexicanos por su posible impacto en las finanzas públicas. Imagínense: si la exportación de petróleo cayera en un millón de barriles por día dentro de tres años, significaría una pérdida de 16 mil millones de dólares para el fisco, monto casi equivalente al valor de las remesas que envían los mexicanos que viven en Estados Unidos. (La cifra de un millón de barriles por día no es un ejemplo arbitrario – sería el resultado de una caída de 1.5 millones de b/d en Cantarell, compensado en parte por 500 mil b/d de nueva producción en Ku-Zaap-Maloob, Crudo Ligero Marino y otros proyectos de Pemex, lo cual me parece muy factible con base en el estudio aquí mencionado y en otras proyecciones de Pemex que son conocidas).

Todas las grandes petroleras estatales mantienen un velo de secrecía sobre el estado que guardan sus grandes yacimientos, en parte para no generar desconfianza y en parte porque ellas mismas desconocen su comportamiento futuro. Por ejemplo, unos cuantos grandes yacimientos en Arabia Saudita son el sostén de la economía mundial, pero –como lo revela Matthew R. Simmons en su libro Twilight in the Desert (John Wiley, 2004) – con la posible excepción de los técnicos de la empresa Saudi Aramco, nadie sabe qué tan cerca están de un colapso de la producción..

Cuando llegue el ocaso de yacimientos como Ghawar en Arabia y Cantarell en México, es muy factible que el mundo enfrente un futuro energético y económico muy diferente del que la mayor parte de la humanidad está esperando y pronosticando, porque significará que la producción mundial habrá llegado cerca de su cenit y difícilmente podrá aumentar más. Podría haber una crisis de precios y de abasto que deprima la economía del planeta entero. Por supuesto, éste es el escenario pesimista (¿pero probable?) Quizás por fortuna, hay optimistas empedernidos que hasta se burlan de los doomsayers (agoreros del desastre) y de las curvas tipo Hubbert y hasta de fenómenos como el calentamiento global, asegurando que los temores de este tipo son totalmente infundados.

*Periodista, consultor en materia de energía y autor de numerosos estudios sobre Pemex y políticas públicas en México. Es licenciado en filosofía y letras y en comunicación por la Universidad de Strathclyde, Escocia. Es director general de esta revista. (energia_adebate@yahoo.com.mx)