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Energía a debate, Marzo - Abril 2009

¿Perú podrá suministrar el LNG?

 

Riesgos de desgaste político y de no abastecer el mercado interno.

 

Álvaro RÍos Roca*

 

EL gas de Camisea ha contribuido mucho al elevado dinamismo de la economía peruana de los últimos cinco años. La estrategia trazada y los resultados obtenidos a la fecha para el desarrollo de la industria gasífera en Perú han sido notables. Sin embargo, algunas señales están contribuyendo a la politización de la naciente industria del gas.

Hagamos algo de historia. Se tuvo que pasar por una licitación para la explotación del área gasífera de Camisea, que ciertamente no incorporaba costos y riesgo exploratorio, lo que le entregaba una señal económica de costos bajos en los precios finales. Se tuvo que garantizar las tarifas de transporte y distribución de gas a Lima, donde los usuarios finales eléctricos tuvieron que cubrir parte de la remuneración para el transporte y la distribución, mientras se aumentaban los volúmenes de gas.

El gas de Camisea llegó a Lima oportunamente, justo cuando los precios del petróleo comenzaban a trepar aceleradamente a partir del 2006. Una negociación posterior con el ganador de la concesión para la explotación de Camisea permitió mantener precios fijos estables para el gas natural, en vez de que los mismos fluctúen con los precios internacionales de los derivados del petróleo, como se tenía pactado originalmente.

Todo lo anterior, sumado a la seguridad jurídica que viene manejando el Perú para concretar inversiones, ha hecho que se tenga un inusitado crecimiento en la demanda de gas natural en el mercado interno, superando con creces cualquier expectativa prevista. La demanda para la generación de energía eléctrica, para la industria y el gas natural vehicular (GNV) han tenido crecimientos espectaculares en los pasados 3 ó 4 años. Durante el 2007 y el 2008, Perú es el país que ha tenido el mayor crecimiento mundial en relación al GNV, llegando a 100,000 vehículos en este 2009.

Los bajos precios del gas, empero, han dado señales equivocadas al mercado, principalmente en la generación de energía eléctrica, desincentivando proyectos hidráulicos (el Perú tiene gran potencial hidroeléctrico) y las plantas de ciclo combinado. Considerando que la eficiencia de una planta de ciclo abierto es de 35 ó 40% y la del ciclo combinado es de 65%, hay un importante desperdicio del energético.

Asimismo, Perú ha dado un paso trascendental para llevar sus reservas a ultramar y se ha consolidado el proyecto de exportación de gas natural, denominado Perú LNG, que según todas las previsiones, estará empezando a exportar gas natural licuado (GNL) a mediados del 2010. Por otra parte, con mucha visión se ha licitado al sector privado construir gasoductos y llevar gas natural al sur del Perú, permitiendo así masificar y otorgar beneficios a otras regiones que no sean Lima. Se tiene previsto otorgar concesiones adicionales para gasoductos hacia el norte de Perú y hay avances importantes para la petroquímica con base en gas natural.

Traslademos este dinamismo a las reservas probadas existentes y la capacidad de producción, transporte y distribución de gas natural. Todas las señales a la fecha indican que las mismas han quedado cortas y están siendo materia de debate y entrando a la politización de la industria. En el 2008 se han dado restricciones por falta de capacidad de transporte hacia Lima y se ha despachado energía de punta en base a diesel oil. Muchos usuarios que no entienden o no quieren entender el negocio del gas natural y reclaman la firma de contratos en firme y de reserva de capacidad.

Si bien la capacidad de transporte está siendo resuelta con la adición de compresión y de loops en los próximos dos años, hay dos temas pendientes, que son las reservas y capacidad de producción para cubrir oportunamente los escenarios de demanda para el mercado interno y para la exportación de GNL. El problema de reservas posiblemente puede tener una salida entre el 2009 y el 2010, ya que se esta realizando actividad exploratoria y de desarrollo en bloques aledaños que muy posiblemente subirán el nivel de reservas a 15 o 18 trillones de pies cúbicos, de los 10 a 11 trillones actuales.

Donde si creemos que existe un fuerte cuello de botella es en la capacidad de producción para atender el mercado interno y el de exportación en el horizonte 2011 al 2014. Varios proyectos para el mercado interno ya han sido rechazados por falta de capacidad de producción y entrega en esas fechas. No abastecer el mercado interno para cumplir con el proyecto de exportación se está convirtiendo en el caballito de batalla político en el Perú y puede tener fuertes repercusiones en el futuro de la industria. Restringir las exportaciones violaría la seguridad jurídica en Perú para continuar con inversiones y crecimiento sostenido.

Estos temas y otros, como el nivel y estructura de las tarifas de transporte, la señal de precios de gas para el mercado interno y el desarrollo de la petroquímica, deben ser abordados bajo un paraguas de planificación estatal, de manera que los agentes no se continúen enfrentando y la industria del gas pueda crecer armónicamente. Perú puede aprender mucho de las experiencias vividas en Colombia, Argentina, Brasil y Bolivia, que han vivido procesos similares.

 

* Socio director de Gas Energy Latin America. Fue Secretario Ejecutivo de OLADE y Ministro de Hidrocarburos de Bolivia (alvaro.rios@prosertec-srl.com).

 

Energía a Debate es una revista bimestral de análisis y opinión de temas energéticos,
editada por: Mundi Comunicaciones, S.A. de C.V.