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Pemex: insuficiente presupuesto

La autorización de gasto que el Ejecutivo propone en 2008
en modo alguno debería ser calificada como histórica

SERGIO BENITO OSORIO *

Parte central del discurso utilizado por el gobierno para que el Congreso aprobara la reforma fiscal fue señalar el debilitamiento de los ingresos petroleros del país. Una y otra vez se insistió en los medios masivos de comunicación que el petróleo se acaba y que México podría, muy pronto, dejar de ser exportador y convertirse en importador neto de petróleo, por lo que es indispensable encontrar nuevas fuentes de financiamiento para el gasto público.

 

El argumento es impecable en el sentido añejo de reducir la dependencia de las finanzas públicas respecto a los ingresos petroleros, pues la viabilidad financiera del Estado mexicano no debe estar sujeta a la explotación de un recurso no renovable y de muy azaroso mercado. En cambio, no es plenamente verificable que el país vaya a convertirse en importador de petróleo crudo en el corto o mediano plazo, pues eso es muy relativo y depende del concurso extremo de muy diversas circunstancias. Lo que llama la atención es la falta de congruencia política, y específicamente presupuestal, entre el grito de alarma por el agotamiento de la riqueza petrolera y los recursos que el gobierno propone utilizar para corregir tal situación.

 

De manera extraordinaria, el Secretario de Hacienda ha calificado, ante la Cámara de los Diputados(1), como “históricos” los recursos presupuestales que recibiría Pemex en 2008, por lo que de suyo debe ser interesante conocer la propuesta gubernamental para esta entidad.

 

 

Efectivamente, Pemex podrá disponer de 12 mil 500 millones de pesos más que el año pasado en gasto programable, lo que es un aumento considerable, pero muy inferior a los 35 mil millones que tuvo de aumento en 2007; incluso, el presupuesto total (gasto programable y no programable) es inferior en 1.2 % al del año precedente, por lo que la autorización de gasto que el Ejecutivo propone para Pemex en 2008 en modo alguno debería ser calificada como histórica.

 

Más allá de la retórica, lo que importa es lo que se proponga hacer con el presupuesto de 2008.

 

 

Como se podrá observar los recursos se concentran –como ocurre cada año– en Pemex Exploración y Producción (PEP) mientras que las otras tres filiales se mantienen prácticamente congeladas. La documentación presupuestal sobre programas y proyectos ha sido aderezada con un rubro denominado “sin asignación de recursos en 2008” y asciende a 33 mil 800 millones de pesos, que sería la fuente de recursos para las otras filiales, especialmente para Refinación. Sin embargo, esos recursos formalmente no estarían presupuestados y tendría que entenderse que su obtención dependería de procesos de negociación de deuda adicional.

 

Los proyectos principales de PEP son cuatro y concentran el 71% de los “recursos asignados”: Cantarell (28 %), Ku-Maloob-Zaap (21%), Burgos (16%) y Antonio J. Bermúdez (5.5%). De Los proyectos principales de PEP son cuatro y concentran el 71% de los “recursos asignados”: Cantarell (28 %), Ku-Maloob-Zaap (21%), Burgos (16%) y Antonio J. Bermúdez (5.5%). De ellos sobresale el complejo Ku-Maloob-Zaap porque multiplica su inversión de 4 a 15 mil millones de pesos, lo que obedece a la estrategia de que este conjunto de campos logre amortiguar la declinación de Cantarell en los próximos años.

Es interesante observar que los trabajos en aguas profundas no disponen de recursos asignados. El proyecto “Lakach” que es el más ambicioso de lo que se conoce como Coatzacoalcos Profundo(2) y que a finales de 2006 se le identificó como uno de los descubrimientos más importantes en aceite y el cuarto en gas, sólo está considerado en el rubro “sin asignación de recursos”, con una inversión total requerida de más de 19 mil millones de pesos y que en 2008 le van a dedicar 149 millones (es decir, menos del 1% de su costo total). Bajo esta situación, ni que hablar de la región occidental del Golfo de México que, se supone, contiene yacimientos transfronterizos y que en su zona limítrofe con Estados Unidos quedará abierta en 2010, para la cual el presupuesto federal no contempla proyecto, programa o mención alguna.

 

Podría concluirse, entonces, que el propósito de PEP en 2008 se concentrará en mantener la plataforma de extracción alrededor de los 3 millones de barriles de petróleo, dejando para otros tiempos el esfuerzo de exploración e incorporación de nuevas reservas.

 

Los recursos de Pemex-Refinación están ubicados, por partes iguales (2 mil millones de pesos) en la reconfiguración de las refinerías de Cadereyta y Madero. El sostenimiento de la operación de las terminales del Golfo de México, así como el mantenimiento de refinerías y ductos, que son instalaciones vitales para el abasto diario de combustibles para el país, entran en el rubro de “proyectos sin asignación de recursos”. Esta especie de definición alegórica de quienes hacen el presupuesto adquiere aquí un significado muy temerario, porque la importación de combustibles está en un punto de saturación de la infraestructura de almacenamiento y transporte que en cualquier momento puede transformarse en un gravísimo problema de desabasto interno.

 

Otro tanto ocurre con el sistema de ductos a cargo de Pemex-Gas. Los proyectos de modernización y mantenimiento se encuentran “sin asignación de recursos”. Como ya vimos, los proyectos con asignación presupuestal suman 225 millones de pesos en 2008, cantidad insuficiente para atender los accidentes y contingencias que año tras año acompañan la operación de esta filial. En Pemex-Petroquímica sólo cabe destacar la modernización de la cadena de etano en el complejo Morelos (mil 794 millones de pesos) y el malogrado proyecto “Fenix” para polietileno de alta densidad, ahora localizado en la Cangrejera (900 millones de pesos). Todos los proyectos de petroquímica se consideran sin asignación de recursos en el 2008.

 

Este escenario, y tomando en cuenta solo el listado de proyectos de las filiales productivas de Pemex ubicados en el cajón denominado “sin asignación de recursos” permitiría señalar que el déficit de inversión indispensable para el funcionamiento de Pemex asciende –por lo menos- a 33 mil 800 millones de pesos anuales; monto muy superior al incremento que recibirá la paraestatal en su presupuesto 2008.

 

Otro aspecto relevante en el esquema presupuestal de Pemex es el superávit primario que la Secretaria de Hacienda nuevamente le obligará a mantener para lograr el equilibrio de las finanzas públicas nacionales, lo cual, como hemos insistido en otras oportunidades, nada tiene que ver con la misión legal de Petróleos Mexicanos. Para 2008, la Ley de Ingresos contiene una obligación por 189 mil millones de pesos para “los organismos y empresas de control directo”, que en su mayor parte dependerá del flujo financiero de Pemex. Ciertamente el año pasado la cifra fue de 209 mil millones de pesos. No obstante su reducción, es de tal magnitud que seguirá dificultando la gestión y el buen funcionamiento de la entidad.

 

En general, Las metas de producción de Pemex fijadas para 2008(3), aún cuando se sitúan más o menos a la altura de los promedios alcanzados durante este año, parecen difíciles de alcanzar por el deterioro de la empresa. Sin embargo, hay otras metas, las fijadas por la ley de ingresos que establecen una contribución fiscal de la empresa por 514 mil millones de pesos, que probablemente serán superadas por los altos precios del petróleo que continúan registrando los mercados internacionales. Finalmente, ése ha sido el interés esencial de las últimas administraciones, sin importar mucho lo que ocurra con el operador principal de la riqueza petrolera del país. No hay que extrañarse.

 

*Economista. Ha sido diputado federal y presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados en la LVIII Legislatura, y es miembro del Observatorio Ciudadano de la Energía, www.energía.org.mx, (sosorir@hotmail.com).

 

Energía a Debate es una revista bimestral de análisis y opinión de temas energéticos, editada por: Mundi Comunicaciones, S.A. de C.V.